Visitando a Zion Canyon National Park
Visitar el parque nacional de Zion es una actividad obligada para cualquier viajero que recorra el estado de Utah.

Cada curva del camino es un regalo para los ojos, desde la variedad de colores en las rocas, sus formas y la gran altura del cañón. Durante el verano, de marzo a noviembre no se permite el acceso de automóviles y la ruta interna se debe hacer en un autobús.

Mi viaje fue en enero, así que pude hacerlo a mi propio ritmo, además me encanta el invierno y el contraste del blanco brillante de la nieve con el rojo de las rocas es maravilloso.

El sendero de los pozos esmeralda es increíblemente hermoso. El recorrido se inicia ascendiendo lentamente por las rocas, la vista sobre el río es impresionante porque la luz entra al cañón a contraluz y el brillo del agua y la vegetación tienen un brillo especial. Partes del camino son fáciles, otra no tanto.


Algunos lugares están protegidos con cadenas y barras de hierro como ayuda y seguridad. Hay un lugar en que una cascada deja sus gotas de vapor congeladas sobre las rocas y toca literalmente caminar en cuatro patas.



No tengo fotos de mi paso por allí, porque todas mis energías estaban centradas en llegar sana y salva con mis cámaras al otro lado.

Desde ese día siempre cargo las cadenas de las botas para caminar sobre el hielo. Mi hijo Martin fue mi salvación, me recibió las cámaras y me ayudó en la travesía, sino habría tenido que dar marcha atrás.

Muy bonitas historias y bellos lugares, se nota como disfruta lo que haces.