Visita a Ponte de Lima, Portugal (Día cinco)
En el corazón de los encantadores paisajes de Portugal, a orillas del apacible río Lima, se encuentra la joya medieval de Ponte de Lima. El tiempo parece haberse detenido entre las antiguas murallas, donde los ecos de la historia susurran a través de sus calles empedradas y sus edificios centenarios.

Su historia
A Ponte de Lima se le conoce cómo la villa más antigua de Portugal y la fecha de su fundación data de 1125, pero su historia es tan antigua cómo la misma humanidad. Entre las colinas cercanas se han encontrado vestigios de asentamientos de la edad de hierro.
Los romanos construyeron en el siglo primero el icónico puente de piedra para conectar las provincias del sur con el norte por la Vía XIX de Antonino. Esta ruta se seguiría utilizando en la época medieval y actualmente coincidide en parte de su recorrido con el camino de peregrinación a Santiago de Compostela.

En la edad media la ciudad se convirtió en un fuerte militar con la construcción de la muralla, sus torres y las grandes puertas que aún se conservan.
La Leyenda
Al costado del río Lima sé encuentra la escultura de un regimiento de soldados romanos quienes se negaron a cruzar el río. Cuenta la leyenda que, al llegar a la orilla, supusieron que se trataba del legendario río Leteo, famoso no solo por su belleza, sino porque era uno de los cinco ríos del inframundo. En la mitología griega, Dionisos dijo a Orfeo que, para encontrar el reino de Hades, debía cruzar el Leteo o río del olvido, donde las almas de los muertos bebían de sus aguas para olvidar su existencia terrenal.

Aquel día los soldados se rehusaron a cruzar el río porque asumieron que quienes bebieran o entraran en contacto con sus aguas, perderían para siempre sus recuerdos. Su capitán debió cruzarlo a nado y llamarlos uno a uno por su nombre para asegurarles que no había perdido la memoria.



Traducción de la placa:
Río del olvido. Comandado por Decius Junius.Brutus, las huestes romanas llegaron a la margen izquierda de Lima en el año 135 a.C. La belleza del lugar les hizo ponderar frente al legendario río Leteo que borraba todos los recuerdos de la memoria de cualquiera que lo cruzara. Los soldados se negaron a cruzar. Entonces el comandante lo cruzó y desde la otra margen los llamaba a cada soldado por su nombre. Así les demostró que no era el Río del Olvido.
Un viaje al pasado
A pesar de estar aún lejos de nuestro destino final, decidimos tomarnos la mañana libre para explorar a Ponte de Lima.
Mientras caminaba por los callejones estrechos, me fui transportando al pasado. El aire me traía el aroma de las flores y podía escuchar el suave murmullo del río, creando el encanto atemporal de la ciudad. Los muros de piedra cubiertos de musgo se alzaban como guardianes, de historias secretas grabadas entre sus recodos.










El centro histórico de la ciudad es un laberinto de estrechos callejones y plazas que invita a explorar cada uno de sus rincones. En el centro se encuentra la Praça de Camões, con su elegante fuente, este es el lugar tradicional de reunión para lugareños y visitantes por igual.




Uno de los edificios más antiguos es la torre da Cadeia Velha, una antigua fortaleza con muy pocas ventanas que se utilizó cómo cárcel para mujeres. Me dio escalofríos al pensar en las tristes historias que guardan sus gruesas paredes de piedra.
En Ponte de Lima, no solo disfrutamos de la belleza de la ciudad, sino también de su gastronomía. Allí encontramos la afamada cocina portuguesa, a la cual le dedicare un capítulo especial. No olvides leer los capítulos anteriores y los que vendrán.
Avenida de los plátanos

Uno de los lugares más hermosos de la ciudad es la Alameda de plátanos (Platanus orientalis L. var. acerifolia Aiton) A pesar de que el nombre nos refiere a una planta muy diferente, estos son árboles centenarios de gran tamaño que se plantaban a orillas de los caminos para dar sombra a los viajeros.
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