Una hermosa caminata entre Arcade y Caldas de Reis (Día siete)

La caminata entre Arcade y Caldas de Reis fue muy hermosa. En el séptimo día de nuestro recorrido del Camino de Santiago Portugués, sentíamos que ya estábamos cerca de nuestra meta, la ciudad de Santiago de Compostela.

Un buen comienzo

Amanecimos en el agradable “Hotel Albergue O Mesón” en la pequeña población de Arcade, en España. El desayuno estaba incluido, lo cual fue perfecto, porque no tuvimos que salir a buscarlo. Nos ofrecieron la especialidad de la casa: jugo de naranja natural, huevos revueltos y pan con aceite de oliva y tomate.

El día estaba luminoso, sin una nube, pero muy frío. Lo primero que vimos al salir frente al hotel, fue la silueta de un gran toro negro sobre una colina, contrastando contra los tonos pastel del amanecer. El dueño del hostal nos contó su historia. El toro de Osborne, es uno de los grandes emblemas no oficiales de España. Se diseñó hace 65 años cómo una valla publicitaria para una marca de brandy de Jerez. Se instalaron 200 de ellos en todo el país, pero en la actualidad, sólo existen 92, cinco en Galicia.

El amanecer luminoso

La mañana estaba muy fría y a medida que avanzábamos hacía el norte, las temperaturas fueron decreciendo. Al empezar a caminar, pude observar cómo los primeros rayos del sol iluminaban la escarcha que resplandecía sobre los campos helados. Siempre me ha encantado este fenómeno, las pequeñas gotas de rocío se congelan al instante y cada hoja queda delineada con unos diminutos de cristales de hielo. Estuve fotografiándolos hasta que el sol brilló con fuerza y comenzaron a derretirse.

Bosques y campos

¡La ruta de este día fue espectacular! Dentro de los altos muros de piedra recubiertos por el musgo, corría un arroyo de agua cristalina que zigzagueaba entre las piedras y los helechos. La luz dorada se filtraba entre las ramas desnudas de los árboles creando una atmósfera mágica. Cada paso me brindaba algo nuevo por descubrir.

Después de salir del bosque cruzamos varios pueblos rodeados de granjas y pequeñas ermitas, todo lo que iba viendo era cómo un sueño. Los campos ya verdes brillaban al sol y las vacas pastaban a su gusto con grandes campanas atadas a sus cuellos. Me sorprendió que algunas casas tenían dos buzones, uno para el correo y otro para el pan.

Visita a Pontevedra

Tomamos un descanso en la ciudad de Pontevedra para explorar su hermoso centro histórico, que es verdaderamente encantador.

Pontevedra es una ciudad animada, llena de personas paseando por sus calles y numerosos artistas callejeros mostrando su talento. Nuestras voluminosas mochilas nos identificaban claramente como peregrinos, y recibimos cálidos saludos de «Buen Camino» de los transeúntes, junto con ofrecimientos de ayuda para nuestro viaje. Cada vez que nos deteníamos en una esquina, alguien se acercaba para preguntarnos de dónde veníamos. Si era una persona mayor, con entusiasmo compartía su historia de vida en gran detalle.

Después de una satisfactoria comida, reanudamos nuestro camino hacia Caldas de Reis, guiados por el suave resplandor de la luna llena. Finalmente, llegamos a nuestro alojamiento, listos para descansar para la próxima etapa de nuestra aventura.