Tucán caribeño, Keel-billed toucan, Ramphastos sulfuratus

Encontrar el Tucán caribeño – keel-billed toucan (Ramphastos sulfuratus) fue todo un reto. El vive desde el sur de México hasta la zona norte de Colombia y Venezuela, aunque es muy colorido, se logra camuflar muy bien entre el bosque. Nuestro primer encuentro fue en medio de una tormenta, cerca de Minca, en la Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia.

Mientras esperaba que disminuyera la lluvia me escampé bajo un cobertizo y estuve fotografiando las pequeñas clorofonias que saltaban entre los arbustos cercanos. Cuando me asomé a mirar hacia la montaña para observar las nubes, vi en la parte de arriba del barranco un árbol seco y un leve movimiento llamó mi atención. La punta del árbol estaba posiblemente a más de cien metros y a simple vista era imposible ver un ave posada allí. 

Usé mi cámara para revisar las ramas desnudas y cual seria mi sorpresa al ver el tucán. Empecé a fotografiarlo, pero la posición era muy difícil, tenía que usar la cámara casi vertical y llovía torrencialmente. Solo pude darme cuenta de que tenía un par de imágenes razonablemente buenas para compartir, cuando las revisé en la pantalla del computador. Ese día todo estaba en mi contra, el agua, la distancia, la oscuridad y el contraluz creado por la neblina de la montaña. Finalmente pude rescatar sus hermosos colores y no solamente fotografiarlo, sino también hacerle un corto video. Es muy hermoso el movimiento que hace con su cola sincronizado con su canto.

Mi segundo encuentro fue también muy difícil, esta vez estaba caminando bajo el dosel de un altísimo bosque, cerca del río Don Diego, uno de los 30 ríos que nacen en la Sierra Nevada. Había tal proliferación de aves, que no sabía hacia donde apuntar mi cámara, pero en la parte más alta del dosel alcancé a ver algo moviéndose. Otra vez con la pesada cámara en vertical y el cuello retorcido, logré ubicarlo por unos segundos de felicidad total y unas pocas imágenes de recuerdo de ese maravilloso momento.