La diferencia entre los observadores de aves y los cazadores de aves

La observación de aves para mi es una experiencia maravillosa. Me emociono hasta las lagrimas cuando veo las aves, puedo aguantar frio, calor, lluvia y mosquitos para poderlas disfrutar. A pesar de mi poca resistencia al calor, camino por la selva y soporto las altas temperaturas por el placer infinito de verlas, de escuchar su canto, de fotografiarlas y filmarlas. Como no soy científica, para mi, aprenderme los nombres es un gran reto. Trato de investigar sobre ellas usando las guías tradicionales y la tecnología. Me gusta saber dónde viven, si son migratorias, de qué se alimentan, si están en peligro…

Me encanta la sensación de estar entre el bosque y esperar con tranquilidad a que las aves se acostumbren a mi presencia. Dejo que se acerquen lentamente donde yo las espero en silencio y sin moverme.

Toda esta introducción es para explicarles lo que las aves significan para mi.

¡Ah! Tampoco me las como. Hasta las gallinas y pollitos me parecen hermosos y aunque en alguna época, hace años, también yo los comía, ahora me sería imposible hacerlo. Recuerdo que cuando mi hija mayor estaba pequeña le preguntó a mi papá por qué las personas se comían los pollos y cómo los mataban. Mi papá le explicó sobre la técnica que usaban en las procesadoras de aves y de las “maquinas” que utilizaban para matarlas. A ella se le aguaron los ojitos y preguntó si las “maquinas” que usaban eran “maquinas suaves de matar pollos.”

Esta anécdota se quedó para siempre con nosotros en la familia y por supuesto, ni ella ni yo nos comemos los pollos. Mi idea con este post, no es ahondar en el tema de si comer pollo o no, sino que quería simplemente explicar lo que todas las aves significan para mi y el amor y las emociones que ellas me despiertan.

Hoy tuve una experiencia maravillosa, que luego se convirtió en sorpresa y después en dolor. Cuando planeé mi viaje estuve como siempre, tratando de ubicar lugares donde pudiera encontrar aves, aunque soy consiente de que durante el invierno no es muy fácil. La verdad, en la ruta que tracé no parecía haber muchas oportunidades. Hoy, al salir de la ciudad de Memphis en el estado de Tennessee, crucé el Rio Mississippi y me emocioné mucho.

Es un rio legendario y hermoso, pero me quedé un poco triste porque no encontré donde parar a observarlo y hacer algunas tomas, solo me quedan el recuerdo y una imagen tomada con el celular desde la ventana del carro.

Iba pensando en por qué el rio no tenia un parque cerca de la ciudad para que sus residentes y visitantes pudieran disfrutarlo. De repente alcancé a ver a la mano derecha de la autopista una cantidad de aves, eran tantas que no podía creerlo. Yo no podía detenerme. Parar en la autopista es prohibido. A lo lejos, alcanzaba a ver como grandes bandadas se levantaban de un lago y giraban alrededor. Yo sentí como el corazón me latía fuerte y vi que a unos 500 metros, había una salida. 

Sin dudarlo dejé la autopista, sin saber si iba a poder regresar o si había forma de acercarme al lago que había dejado atrás. Se veía que esta era una zona industrial y había lotes gigantescos llenos de contenedores. Finalmente encontré un pequeño camino en piedra que bordeaba el lago y regresé a un lugar desde donde podían ver las aves.

Menos mal tengo las imágenes (y también videos sin editar) para compartir lo que vi. ¡Fue absolutamente emocionante! Aunque estaban bastante lejos, eran tantas… cientos, miles, cientos de miles… Poderlas observar fue un regalo maravilloso. Levantaban el vuelo por grupos, nublaban el cielo, volvían al agua… retozaban y disfrutaban. Ellas no estaban pescando, incluso las que estaban en el agua, estaban simplemente nadando.

Después de que hice algunas tomas, sabía que tenia que irme, me faltaban varias horas de camino y no quería llegar de noche a mi hotel. Así que, con mis emociones en el corazón y mis imágenes en las cámaras, me despedí de ellas queriendo encontrar más información. Ni siquiera sabía que tipo de aves eran, solo asumía que eran gansos porque las vi a través de mi teleobjetivo, pero no eran los gansos que yo conocía.

Al llegar al hotel, busqué en Google y localicé el lugar y para mi gran sorpresa, la información que encontré es que son los gansos de nieve (Chen caerulescens). Ellos se reproducen en las praderas del Ártico durante el verano y migran al sur en el invierno, viajan en bandadas gigantescas y tienen dos colores, algunos son blancos completamente, otros son grises oscuros con la cabeza blanca y otros son mezclados. Ellos estuvieron en peligro de extinción debido a la caza excesiva y esta se prohibió desde principios del siglo 20, hasta los años 70’s en los que, debido al gran aumento de la población, se permitió nuevamente su caza. En este momento han aumentado tanto, que en algunos lugares se han convertido en una problema para los agricultores. 

En este momento los cazadores pueden cazarlos durante sus migraciones sin ningún tipo de restricciones. Pueden matar cuantos quieran y pueden atraerlos por medio del sonido. Se ofrecen tours para salir a cazarlos y hay sitios especiales donde los cazadores se pueden esconder de las aves para ser mas eficientes. 

Todo esta a mi me suena terrible y me duele, porque demuestra que, para nosotros, los humanos, el resto de la naturaleza está ahí para nuestro servicio.  De una u otra forma hacemos daño y ni siquiera nos preguntamos sobre esto. Simplemente quería hablarles sobre mis sentimientos y preguntarles ustedes qué piensan. 

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