Mi vida en la naturaleza
La vida me ha ido enseñando, a veces de manera armónica y otras con dureza, a fluir con sus aguas claras y suaves o dejarme llevar por las oscuras y confusas, en lugar de luchar contra la corriente turbulenta. La naturaleza es mi refugio en los momentos de tristeza y dolor y al mismo tiempo, es el lugar donde me siento plenamente feliz cuando la vida me sonríe y una fuente inagotable de belleza y sabiduría.

La naturaleza me abraza y me lleva por senderos bien demarcados y tranquilos y otras veces recibo mensajes que me empujan de un lado a otro, sin entender su sentido o su propósito, pero al final, siempre encuentro abrigo y reposo entre sus bosques.




Desde niña y por mas de sesenta años he estado recorriendo lugares hermosos y sorprendentes, durmiendo bajo las estrellas, escuchando los ríos, cascadas y las olas del mar. No importa el lugar o el país, siempre he ido buscando y disfrutando de la naturaleza. Mis primeros viajes los hice al lado de mis padres y hermanos y de adulta viajé con mis hijos descubriendo a través de sus ojos las maravillas que solo los niños pueden ver.




Ahora viajo sola, pero siempre con mis compañeras inseparables: mis cámaras. Ellas me permiten llegar a donde muchas veces mis ojos no llegan y a través de mis lentes puedo encontrar mundos diminutos o lejanos, puedo atrapar la luz, la sombra y los colores para preservar momentos mágicos que desaparecen en un instante.
Gracias, gracias, gracias
Inspiras y nos conectas con la grandeza, con lo que no vemos porque se nos volvió transparente y tú nos regalas la oportunidad de reconciliarnos con la vida y con la naturaleza.
Eres grande Vicky