Mi despedida del Pacífico viendo las ballenas

junio 15, 2021 Diario de viaje, Los lugares más hermosos de los Estados Unidos

Para muchas personas ver una ballena puede ser algo cotidiano, pero no para mí. Aunque antes las había visto a lo lejos, esta fue la primera vez que pude realmente verlas de cerca, en su propio hábitat y disfrutando de su libertad.

Mañana me despido del océano Pacífico, mi viaje me llevará a nuevos rumbos, así que quise cerrar esta etapa con un tour de ballenas cerca de Seattle, en el estado de Washington. Aquí algunas ballenas son residentes permanentes, como las orcas y otras utilizan estas costas como un lugar de paso en sus migraciones.

Al comenzar el recorrido, lo primero que nos advirtieron es que no podían garantizarnos que íbamos a poderlas ver. Cada viaje que ellos realizan es diferente y las ballenas se mueven libremente en el océano. En esta región es posible ver cinco especies diferentes, pero en esta época, lo mas fáciles de ver son las orcas.

Orca o Ballena asesina

Las orcas o ballenas asesinas pertenecen al genero de los delfines, pero por su gran tamaño se les llama ballenas. La gran diferencia entre ellas es que las orcas tienen dientes y se alimentan de diferentes animales marinos como las focas, elefantes marinos, ballenas, calamares y hasta aves acuáticas. Las ballenas en cambio tienen barbas con las que filtran el agua y retienen los pequeños crustáceos y algas con las que se alimentan. 

Las orcas son animales muy inteligentes y tienen una fuerte estructura social, ellas viven en grupos familiares hasta de 50 individuos y cuatro generaciones, bajo la supervisión de una hembra. En estos grupos, los jóvenes aprenden las rutas de las migraciones, a vocalizar y a comunicarse con la voz e incluso hacerlo con el “acento” de su grupo, a cazar el tipo de animales que comerán, pues cada grupo se especializan en un tipo de presa, para no competir por la comida.

Miden hasta 12 metros y sus manchas negras y blancas les permiten camuflarse bajo la superficie del océano por los fuertes contrastes de luz y sombra. Por encima del agua se pueden distinguir fácilmente por la gran aleta dorsal que puede medir hasta dos metros de altura en los adultos.

Las orcas que han pasado mucho tiempo en cautiverio pierden la fuerza en su aleta y esta aparece siempre doblada hacia un lado. Afortunadamente en los últimos años ha habido fuertes protestas internacionales en contra de los acuarios que las mantenían en pequeñas piscinas y hoy muchas de ellas han recobrado su libertad. Pero sobretodo ya no se las persigue para venderlas, que era su mayor riesgo.

Las orcas no respiran automáticamente como lo hacemos los humanos y la mayoría de los animales, sino que el ritmo de su respiración lo controlan con el cerebro, por eso ellas no pueden dormir profundamente, sino que lo hacen con un solo lado del cerebro en forma alterna. Esto les permite estar siempre alertas.

Ballena Gris

Mi visita la realicé en el mes de junio, cuando la migración de las ballenas grises ya había pasado y no era probable que pudiéramos encontrarlas, pero una estaba rezagada y tuvimos la fortuna de poder verla. Las ballenas grises pasan el invierno en las tibias aguas de las bahías del norte de México y el sur de California, donde nacen sus crías en aguas muy poco profundas, para protegerlas de las orcas y tiburones. En los veranos migran hacia las costas de Alaska con sus crías donde se alimentan. Cuando comienza el invierno, se dirigen nuevamente hacia el sur. Esta es una de las migraciones más largas realizadas por mamíferos, ellas pueden nadar alrededor de 22,000km cada año. 

La ballena gris puede medir hasta 15 metros y pesar 20 toneladas. Es un animal gigantesco y por extraño que parezca, come crustáceos muy pequeños que extrae del fondo del océano. A continuación, expulsa un chorro de aire húmedo cuando sale a la superficie a respirar. Este surtidor lanzado con fuerza puede verse desde varios kilómetros a la redonda y despide un olor muy desagradable pues lleva los residuos de su alimento y del lodo del lecho marino. 

En general son animales apacibles, pero si la hembra siente que su cría corre peligro, ataca ferozmente, por este motivo los antiguos la llamaban el “pez demoníaco.” Su gestación dura un poco más de un año y la madre amamanta a su cría alrededor de siete meses, dándole hasta 14 galones de leche cada día.  

Las ballenas grises tienen el cuerpo cubierto de parásitos que se a adhieren a su piel y con el agua fría del invierno se caen dejándole cicatrices, produciendo una pigmentación única y especial a su piel. Cada ballena puede ser identificada por estas manchas.

Las ballenas grises viven en aguas poco profundas durante toda su vida porque necesitan poder acceder al fondo del mar para alimentarse. Esto las hace muy vulnerables a los ataques de los humanos que casi las exterminan por completo en el siglo 19. 

A partir de 1940 se firmaron acuerdos internacionales para protegerlas, pero aún se les considera animales en riesgo.

Comentarios

3 respuestas a “Mi despedida del Pacífico viendo las ballenas”

  1. Gracias Victoria por este relato tan relevante. Te felicito por tu labor de comunicarnos lo necesario de la conservación de estas especies aún en peligro. 👏👏

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