El placer de deambular en la naturaleza
El diccionario define la palabra deambular cómo caminar de un lugar a otro sin rumbo determinado o una dirección fija. Hay una gran diferencia entre caminar con una meta y caminar por el placer de caminar.
El hecho de no tener un destino hace que ese divagar en la naturaleza se transforme en un estado meditativo y es en esos momentos cuando puedo descubrir lo qué hay a mi alrededor.

La cascada Kaaterskill Falls
Ayer estuve caminando en el hermoso bosque de la cascada Kaaterskill Falls, en el estado de Nueva York, donde los colores resplandecían de una manera inusitada bajo el cielo azul sin nubes.

Los colores de las hojas en otoño centelleando entre la hojarasca, una hormiga libando en una flor, la corteza de un viejo tronco ofreciendo su textura, un helecho que ha perdido su color porque no recibe la luz solar, pero se rehúsa a morir.



La Sinfonía de imágenes
El bosque era una sinfonía de imágenes, sonidos y sensaciones. Cada paso me relevaba un intrincado y delicado equilibrio de la vida en el bosque. Fue un recordatorio de que incluso sin un destino específico, deambular puede ser un viaje profundo de exploración y apreciación.






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