El parque de las dunas de coral rosa
El parque estatal de las dunas de coral rosa (Coral Pink Sand Dunes State Park) está localizado en el sur del estado de Utah muy cerca de la frontera con Arizona. Este pequeño parque no aparece en las guías de las grandes atracciones turísticas, así que lo encontré por casualidad.

Mi Airbnb estaba en la ciudad de Kanab y cuando manejaba de paso hacia los grandes parques de Zion y Bryce siempre veía los avisos de la entrada a las dunas de coral rosa. Su lindo nombre me causó curiosidad y un día decidí madrugar para ir a explorarlo a la hora del amanecer. Desde la carretera el cielo comenzó a colorearse y me detuve a tomar esta foto.

Cuando llegué, el parque estaba abierto, pero no la casilla de pagos. Así que debía pagar la entrada de $8 dólares en efectivo, poner el dinero dentro de un sobre, llenar la información del auto y meter el sobre en el buzón. Suena sencillo, pero a las 6:00 am yo no estaba preparada para hacerlo. Finalmente logré encontrar el dinero exacto y algo con que escribir.
Muchos parques ahora están utilizando esta forma de auto-registrarse y es importante llevar dinero en efectivo y en billetes de baja denominación, esto, sino queremos tener que hacer una donación de $20 cada vez que vayamos a entrar a un parque o no poder entrar por falta de efectivo.

Una vez ya adentro, también tuve una gran confusión. El parque es demasiado pequeño y al tratar de encontrar una ruta para hacer un recorrido, no la encontré. Solo tiene una zona de parqueo pequeña y un área de camping. Obviamente no había nadie a quien preguntarle por información y tampoco había señal de internet para buscar ayuda online.

Finalmente decidí ir a explorar. Desde la zona de parqueo se sube una pequeña colina y abajo están las dunas. Ya para ese momento había amanecido, pero no se alcanzaba a ver el sol porque estaba detrás de una gran pared de roca, tras las dunas.

Hacía un frío terrible. Regresé al auto a abrigarme más, la temperatura estaba bastantes grados bajo cero y el viento soplaba con fuerza. Tuve que usar los paquetes de calentar entre los guantes y un par de mitones adicionales.
Tomé mis cámaras y salí a caminar. Les cuento toda esta historia porque me habría sido muy útil conocerla antes de llegar y no habría perdido tanto tiempo.

Nunca había estado en un lugar como este, solo lo había visto en las películas. ¡Y la luz era lindísima! El color de la arena es entre rojo y naranja y depende de la luz y del viento.

Caminar entre la arena no es fácil, los pies se hunden bastante y acaba uno marchando y dando pasos muy altos para poder avanzar. Pero estar allí, en medio de ese hermoso lugar, con la luz del amanecer en el invierno, que tiene una tonalidad especial, fue muy emocionante.

Me sentía completamente como si estuviera dentro de una pintura abstracta en la que los colores se iban moviendo a mi alrededor.

Trataré de mostrarles la sensación en los videos. Pero por hoy los dejo con estas imágenes y en la medida de que vaya editando, les iré mostrándoles más.
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