El mundo secreto de las flores
Nuestros ojos son maravillosos, pero no alcanzan a ver lo que está muy lejos o lo que está muy cerca, tampoco lo que es demasiado pequeño, porque son los detalles, los que se pierden en el conjunto. Y es ahí, donde puedo entrar a través de la cámara para llegar a un mundo maravilloso y desconocido. Fotografiar lo que es obvio, lo que no exige mirar más a fondo, es más fácil. Pero buscar con cuidado y esperar con paciencia a que, como en un acto de magia, se revele lo que mis ojos no ven.

Las flores son un universo en sí mismas, esconden no sólo sus estructuras internas, sino que son increíblemente complejas y llenas de detalles. Si por un instante quisiéramos inventar algo así de hermoso, sería imposible de imaginar, esa cantidad de colores, filamentos, estambres, orificios, esferas y texturas perfectas y únicas.


Pero ellas también esconden otros tesoros diminutos, que evolucionaron a la par, que se desarrollaron al unísono y como en una sinfonía, dependen el uno del otro. La flor no existe sin su polinizador y el insecto no existe sin la flor.

Cuando salgo con mi cámara a buscar flores nunca sé qué sorpresas voy a encontrar y muchas veces ellas no aparecen inmediatamente, sino hasta que revelo mis imágenes y surgen en mi pantalla, porque muchas veces el visor de la cámara no alcanza a mostrarlas.
Esto es algo que me fascina de la fotografía, que siempre me asombra, incluso meses o años después encuentro una imagen que está sin procesar, que en el momento era una más de la muchas que tomé o no pertenecía a esa historia. A veces necesito encontrar quien me recuerde que en otro momento y en otro lugar, encontré una flor similar o un insecto polinizando en una forma similar.
Es maravilloso tu trabajo tienes el maravilloso don de amar la naturaleza.
Gracias por compartir gracias gracias gracias
Maravillosa Naturaleza y maravilloso su trabajo, con sus descripciones e historias, nos amplía la visión de los detalles y la belleza de la perfección.