El mundo que olvidamos

noviembre 2, 2021 Diario de viaje, Los lugares más hermosos de Colombia

Hace unos días mientras estaba en Colombia, pensaba en el privilegio maravilloso que tenía al poder caminar en los bosques, las playas, los ríos y el páramo. Mientras atravesaba los hermosos senderos y miraba las aves, los árboles y las flores, sentía la lluvia, sabía que cada día era un regalo nuevo e inesperado.

Al sumergirme en la naturaleza pensaba que el vivir en las ciudades nos ha ido quitando los placeres más básicos y sencillos. Hemos perdido la capacidad de ver, de asombrarnos, de buscar y de descubrir. Vivimos encerrados en lugares donde muchas veces ni siquiera sentimos el frío o el calor, donde no vemos el cielo, donde la tecnología nos muestra imágenes de nuestro maravilloso planeta, pero nos impide verlo, tocarlo y disfrutarlo. La naturaleza se ha ido tornando en una experiencia virtual y ha dejado de ser algo que podemos vivir, sentir, inhalar, escuchar, oler…

¿Hace cuánto tiempo que no has tenido una luciérnaga escondida entre tus manos para verla brillar?

¿Cuándo fue la última vez que caminaste descalzo sobre la hierba húmeda, la arena o el barro y dejaste que tus pies se conectaran con la tierra?

¿Hace cuánto no ves una noche de luna llena o te sientas a esperar una estrella fugaz?

¿Cuándo fue la última vez que seguiste el vuelo de las mariposas, el recorrido de una oruga o las hormigas diminutas cargando hojas, semillas y flores?

¿Cuándo te bañaste por última vez en un río, sentiste la fuerza de una cascada sobre tu cabeza o caminaste sin prisa bajo la lluvia?

¿Cuándo viste por última vez un amanecer luminoso envuelto en arreboles dorados?

¿Alguna vez has escuchado con atención el canto de las aves, el zumbido de las abejas, el croar de las ranas?

¿Hace cuánto que no te recuestas en el suelo a buscar animales fantásticos, duendes y dragones entre las nubes rosadas de un atardecer?

¿Has visto en el bosque las telarañas cargadas con gotas de rocío, el musgo húmedo y esponjoso y los hongos de formas y colores asombrosos?

¿Puedes reconocer el aroma de la tierra húmeda y de las flores silvestres? ¿Has sentido el olor salado de las olas y el perfume de los árboles cargados de frutos maduros?

¿Hace cuánto que no buscas caracoles en la playa o coleccionas piedras y semillas lisas y brillantes?

¿Has visto los rayos del sol cuando se filtran en el follaje, el arcoíris después de la tormenta, has escuchado el viento arrullando las hojas de un bambú?

¿Has sentido la brisa que acaricia, el ventarrón que te envuelve o la ráfaga que levanta las hojas secas?

Hay un mundo ahí afuera tan maravilloso y fantástico, que cambia constantemente, nos asombra, nos sorprende y nos brinda emociones nuevas y desconocidas. ¡Búscalo! ¡Vívelo!

Comentarios

3 respuestas a “El mundo que olvidamos”

  1. Que naturaleza tan increíble! Lugares que poco he visto, será que están escondidos o que el cambio climático ha terminado con gran parte de esta maravilla. Gracias por hacerme pensar…..

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