El camino de los Navajo en Bryce Canyon National Park
El camino de los Navajo es uno de los tantos senderos que se encuentran en Bryce Canyon National Park. Al parque se ingresa por la meseta que está en la parte de arriba del cañón a 2,300 metros sobre el nivel del mar.

Al llegar a su borde podemos ver el maravilloso espectáculo de esos cientos de columnas de roca que se levantan creando un ejercito de extrañas figuras.

Al observarlas, siento que es como mirar las nubes y tratar de encontrar las formas que se esconden, esta vez, entre las piedras.

Las rocas cambian constantemente por la erosión causada por la lluvia, la nieve y el viento. Pero también cambian según la hora del día y según la estación. La nieve les añade su encanto.

El cañón tiene una profundidad de 167 metros y existen varios caminos para bajar al valle. Algunos de ellos están cerrados durante el invierno y los otros hay que usarlos con precaución.

Estos senderos permanecen cubiertos por una gruesa capa de hielo, cuya superficie se derrite un poco con el sol durante el día, pero se congela nuevamente cada noche, lo que hace que un zapato normal no tenga ningún tipo de agarre.

Si piensas en viajar a este parque en el invierno o la primavera, es indispensable usar las cadenas que dan tracción para el hielo. El camino baja en forma de zigzag y aunque en algunas partes tiene pasamanos o mallas protectoras, en otras partes no, un resbalón en el hielo podría ser muy peligroso.


Al ir bajando, la vista cambia completamente. Meterse entre las torres de piedra es ingresar a un mundo encantado, cada recodo del camino nos muestra un nuevo ángulo. Se pueden ver cuevas excavadas por la erosión y hasta los puentes de roca uniendo algunas de ellas.


Al descender empiezan a aparecer los pinos, algunos de ellos son altísimos y tienen cientos de años de antiguedad, ya que las condiciones del cañón son completamente adversas para que ellos crezcan. La poca lluvia, el tipo de terreno y la altitud, hacen que cada árbol que crece allí haya tenido que luchar por su supervivencia.


Mientras bajaba, además de disfrutar de la hermosa vista, también miraba hacia arriba y pensaba en que ¡tendría que volver a subir!

Aunque yo camino todos los días y a veces por varias horas, llevo mucho tiempo viviendo al nivel del mar y mis caminatas por las montañas de Colombia ya fueron hace mucho tiempo. Pero me fue bien, a pesar de que soy consciente de que mis 63 años me pesan y de que en unos más ya no podré hacer este tipo de aventuras. ¡Por eso tal vez, ahora las disfruto mucho mas!

Abajo el valle es muy hermoso, estaba con muchísima nieve y los grandes pinos, el cielo azul y la luz del sol creaban un mundo encantado.

El camino de los Navajos en el verano es un circuito, pero en el invierno está cerrada la otra parte del camino que lo completa. En total mi recorrido fue de unos 8 kilómetros entre bajar, hacer la caminata en el bosque y subir.



Regresé por el mismo sendero y al ir subiendo presenta una perspectiva completamente diferente. El parque, aunque no es muy grande en extensión, tiene una variedad de lugares para visitar y conocer.


Ya les iré compartiendo poco a poco, por ahora los invito a acompañarme en mis maravillosas experiencias con el amanecer y el atardecer en el parque.
Incluyo los enlaces a otras de las maravillosas experiencias en este mismo parque:
Para leer en inglés:
Excelente sus expediciones, tratando de mostrar la magia que tiene cada sitio que visitas.
Maravilloso trabajo fotográfico !!!!
El sendero de los Navajos fue construido por ellos o es solo un nombre?
La verdad creo que es solo el nombre, pero ellos si vivieron en esa área.