Caminata en un bosque mágico

septiembre 24, 2021 Fotografía de naturaleza, Los lugares más hermosos de Colombia

Ayer tuve uno de esos momentos inesperados y maravillosos que se presentan de repente y dejan una huella muy profunda. Por invitación de una amiga en común estuve visitando un pequeño bosque en las montañas de “El Retiro”, en Antioquia. Este bosque de niebla se encuentra localizado en la cordillera central de Colombia a 1800 metros sobre el nivel del mar.

Los bosques de niebla son ecosistemas muy restringidos, ya que no existen muchos en nuestro planeta. Se forman cuando las nubes envuelven las montañas y la humedad se deposita como pequeñas gotas sobre las plantas. Son bosques que conservan la humedad como un invernadero natural, en los que el agua se recicla constantemente y permite que haya una flora y fauna muy especiales.

Mi nueva amiga Catalina, nos tenía preparada una sorpresa: La experiencia que íbamos a vivir, cómo nos explicó, debíamos realizarla caminando descalzas. En un principio me sorprendió, no es usual que alguien te pida que te quites los zapatos al entrar a un bosque, pero para vivir esta experiencia debíamos estar en contacto estrecho con los árboles, el agua y la tierra húmeda. 

Empezamos a descender por un estrecho sendero rodeado de árboles y helechos gigantes, caminamos entre el barro, cruzando pequeños arroyos de agua fría que atravesaban el camino y escuchamos los maravillosos sonidos del bosque. 

Reconozco que hacía muchísimo tiempo que no había caminado descalza en el barro, había estado lloviendo por mucho los días y la tierra estaba suave y blanda. Al comenzar a caminar sentí el lodo frío deslizarse entre mis dedos, las piedras diminutas se clavaban en las plantas de mis pies y la hierba y el musgo me producían un cosquilleo al pararme sobre ellos. Comencé caminando con cuidado, tratando de buscar el mejor lugar donde dar el siguiente paso. Esta sensación de inseguridad pasó rápido, una vez estuve dentro del bosque, la belleza del lugar me embargó y sentí como el placer de estar allí me transportaba a cuando era pequeña. En aquella época esto era natural, no me importaba estar cubierta de barro, ni tener la ropa mojada, pero los zapatos y la civilización nos cambian y nos inhiben a la hora de disfrutar de estos pequeños y maravillosos placeres.

Cada flor, cada hierba cubierta de diminutas gotas de agua, brillaban en la penumbra de este mágico lugar. Las hojas de los yarumos (Cecropia peltata) resplandecían con los rayos dorados del sol que se filtraban a través de los árboles más altos. El agua se deslizaba por la pendiente hasta llegar a un lago rodeado por una gran cantidad de plantas, algunas con hojas enormes, con formas inusuales y con infinidad de tonos de verdes, blancos, morados y amarillos. Algunas tan extrañas y hermosas como las “alas de ángel” o las “orejas de elefante” ambas plantas pueden tener varios metros de largo. Terminamos nuestro recorrido bordeando un guadual, Las guaduas para mi tienen un significado especial, ellas fueron mi lugar secreto en la infancia, donde me refugiaba a jugar y donde el suave sonido de sus hojas me llevaba a soñar con castillos verdes y fantásticos.

Comentarios

Una respuesta a “Caminata en un bosque mágico”

  1. Como siempre gracias por compartir tus experiencias con quienes no hemos tenido la suerte de poder conocer tantas de las maravillas que nos brinda la naturaleza.

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