13. Tejiendo mis recuerdos
Al llegar a Maryland, muchos de mis sentimientos regresaron de golpe. Tuve la sensación de volver a casa, no ya a la de paredes donde viví, sino a la de mis bosques donde estaban las garzas azules, las golondrinas, los carpinteros y el martín pescador. Allí podía escuchar el canto de los cardenales, el llamado del arrendajo azul y podía ver los diminutos carboneros buscando semillas.























La vida escondida en los bosques



La polilla de la luna





