
Soy fotógrafa, artista y narradora de historias. Inicié mi viaje, como muchos otros, sin un destino claro, sin saber cuánto duraría ni qué descubriría en el camino. Salí con mis cámaras, cuadernos y pinceles a capturar imágenes y videos y expresar mis sentimientos y emociones.
Recibí la fotografía y la pasión por viajar como herencia de mis antepasados. Soy la quinta generación de fotógrafos en mi familia y he tenido una cámara en mis manos desde que tengo memoria.
Soy cazadora de tesoros
Cuento mi riqueza en las noches estrelladas cuando las luciérnagas bailan en el cielo. Busco la belleza en la naturaleza, en un cielo perfectamente nublado, en la fuerza de una tormenta o en el suave movimiento de una cascada. Puedo pasar horas interminables fotografiando las gotas de lluvia brillantes que descansan sobre una brizna de hierba o una hoja congelada en el suelo del bosque.
Mi pasión la encuentro en el hielo
Busco las formas infinitas del hielo durante los meses de invierno. Camino en puntillas sobre los campos de flores silvestres cubiertos de rocío en la primavera y en los infinitos tonos de verde durante el verano. Me encanta deslizarme entre los fantásticos tonos del otoño donde la luz baila con la brisa, echando a volar las hojas secas como mariposas multicolores.
Llevo la savia de los bosques en mis venas
Dejo que la selva penetre bajo mi piel y me susurre los secretos que esconde en su follaje. En mi camino he encontrado cascadas fluyendo bajo tierra y al arcoíris emergiendo en el desierto más árido. He disfrutado la soledad de los amaneceres desde las montañas más altas y los reflejos de la luna llena sobre las brillantes aguas del océano. He paseado por los bosques de niebla cubiertos de orquídeas, musgos, helechos y bromelias y he visto las hojas atrapando el agua directamente de las nubes en los picos más altos de los Andes.
La magia está en nuestros ojos
He encontrado pájaros que cambian de color cuando la luz se refleja en sus plumas iridiscentes, telarañas que sostienen las perlas brillantes del rocío de la mañana y árboles que caminan en la selva porque sus raíces les permiten moverse en busca de la luz del sol. He visto mariposas con alas de cristal y ejércitos de diminutas hormigas transportando hojas y flores en interminables columnas a través de las selvas.
Tengo la fortuna de descubrir cada día lo que este planeta maravilloso tiene para ofrecer y el placer de compartir mi legado.